lunes, 8 de agosto de 2011

Padres de familia aprenden a enseñar


Por ANNA MACÍAS/Al Día


Según los demógrafos, en cientos de apartamentos modestos ubicados al norte del lago Bachman vive una alta concentración de inmigrantes indocumentados recién llegados.


Una coalición de organizaciones está preocupada por que la situación migratoria y la pobreza limite la educación de los niños de este sector, al noroeste de Dallas.


Los estudiantes están identificados como alumnos en alto riesgo de deserción escolar. En el área viven más de 10,000 niños menores de 5 años con pocas posibilidades de aprender inglés antes de llegar al kínder.


La Escuela Comunitaria Bachman Lake se lanzó hace tres años con la misión de convertir a los padres de niños preescolares en los primeros y mejores maestros de sus hijos. Ubicó sus oficinas y unas salas de reunión en los complejos de apartamentos Cornerstone Chase en 3110 Valley Meadow Drive y Chapel Brook Apartments en 9767 Webb Chapel.


Los maestros de la escuela comunitaria llevan sus lecciones directamente a los hogares de las familias donde demuestran a los padres de familia técnicas de la enseñanza Montessori para promover el desarrollo del lenguaje y habilidades físicas, emocionales y sociales. Montessori, un estilo de aprendizaje nombrado por la maestra italiana Maria Montessori, pone énfasis en la independencia del estudiante y le permite explorar el mundo con sus manos y sus otros sentidos.


"Las padres de familia que participan en Bachman están muy interesados en aprender como apoyar a sus niños en su aprendizaje", dijo Lori Campbell, directora de Bachman. "Los adultos tienen un promedio educativo de quinto a octavo grado. Les estamos dando herramientas para que puedan ayudar a sus bebés a desarrollar sus cerebros".


Por ejemplo, Campbell dijo que muchos padres no hablan con su bebé. Pero, haciéndolo ayudarían a su hijo a desarrollar su vocabulario.


"Muchos padres piensan que el niño no necesita aprender hasta que se matricula en el kínder", dijo Campbell. "Piensan que no tiene sentido hablar con el bebé porque el bebé no responde. Pero, cuando les explicamos lo beneficioso que es hablar con un bebés, quedan fascinados".


Carla Alderete, oriunda de Colima, es una mamá que participa en las lecciones con entusiasmo. Ella se enteró del programa un día cuando caminaba afuera con su hijo en una carriola y una maestra le regaló un folleto sobre la escuela en el hogar.


Alderete aprende cuando la maestra viene a su apartamento a demostrar una lección y luego la vuelve a practicar con su hijo, Axel Martínez, de 18 meses. Su esposo, Sergio Martínez, participa en una clase para padres que se reúne en los apartamentos Cornerstone Chase cada semana.


"Es un programa muy bueno", dijo Alderete. "Nos enseñan cosas que en nuestra cultura no son muy explícitas. Por ejemplo, para ayudar al niño a desarrollar todos sus sentidos debemos de dejarlos tocar el medio ambiente, la tierra, el papel, los árboles o una gelatina".


Si una madre se siente ridícula pensando que está hablando sola, no es así, explicó Alderete.


"Nos enseñan a hablar en paralelo, por ejemplo, decirle al niño: 'Mama está cocinando. Mamá te va a dar de comer'. Los abrazamos mucho y le ponemos nombre a los sentimientos, por ejemplo, 'Veo que estás triste'. Y, le damos oportunidad al bebé a tener experiencias, a tomar cosas con sus deditos".


Alderete dijo que ella ha aprendido a redirigir a su hijo cuando está por hacer algo indebido. En lugar de pegarle o gritarle, la mamá busca una manera de distraerlo.


"He visto muchos cambios en el desarrollo de mi hijo", dijo Alderete. "Él es un niño inteligente, sociable y habla mucho. Claro, que su lenguaje no es perfecto y no le entendemos todo, pero él piensa que está teniendo una larga conversación con nosotros. Cuando nos reímos, el también hecha una carcajada".




Observan método de enseñanza


Esta semana, la Escuela Comunitaria Bachman fue observada por una asamblea de educadores Montessori que viajaron de 20 países para aprender cómo este programa innovador se podría replicar en otros países donde hay altas concentraciones de niños pobres y familias marginadas.


En la delegación estaban miembros de Educadores Sin Fronteras, Unicef y la Asociación Internacional de Montessori (AMI). La organización Educadores Sin Fronteras promueve maneras humanitarias de enseñar a niños que han sido desplazados de sus casas por las circunstancias de su país. Por ejemplo, en Haití buscan la manera de educar a niños desplazados por el terremoto y en Kenia y Tanzania a los que son refugiados de guerras.


"Los participantes decidimos reunirnos en Dallas para conocer este proyecto inusual", dijo Lynne Lawrence del AMI en Holanda. "Nos impresiona que el programa visita a las familias en sus casas y pone énfasis en desarrollar el lenguaje del niño".


Otra razón por la que decidieron venir a Dallas es porque conocen a Terry Ford, quien fundó la escuela comunitaria East Dallas hace 30 años. Ford también ayudó a crear la escuela comunitaria Lindsley Park antes que Bachman.


La asamblea internacional incluía terapistas, organizadores humanitarios y maestros de países como Japón, Filipinas, Alemania, Tanzania, India, Australia e Inglaterra.


Ford dijo que estaba agradecida de que la escuela Bachman recibiera atención internacional. Las técnicas de enseñanza Montessori comúnmente se usan en escuelas privadas exclusivas. Pero, las escuelas que ella fundó tratan de ofrecer la enseñanza Montessori a familias que no podrían tener acceso a esos programas.


"Esta asamblea está interesada en ver cómo se está usando la enseñanza Montessori en una manera no tradicional", dijo Ford. "Pensamos que este programa cambiará las vidas de los niños para siempre. Los papás aprenderán que juntos podemos lograr cambios en la comunidad donde vivimos. Los niños llegarán al kínder listos para aprender y con el apoyo que necesitan de sus familias ".

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