lunes, 27 de junio de 2011

LOS NIÑOS QUE TOMAN LECHE MATERNA SE PORTAN MEJOR

Según un estudio realizado por varias universidades del Reino Unido, amamantar al bebé durante al menos cuatro meses después de nacer influye en el posterior comportamiento del niño, ya que desarrollan menos problemas que aquellos que son alimentados con leche artificial.



Más de 10.000 madres e hijos participaron en la investigación, y cuando los niños cumplieron cinco años de edad fueron evaluados para saber cómo se portaban. Los resultados mostraron que los niños que se habían alimentado con leche artificial tenían más problemas de comportamiento como ansiedad o hiperactividad, mentían más y tenían una relación menos positiva con sus padres que los que tomaron leche materna al menos cuatro meses. La diferencia fue de un 16% de niños “problemáticos” frente a un 6% de niños amamantados.

Los investigadores afirman que estas diferencias podrían deberse a los componentes de la leche materna, ya que contiene altas cantidades de ácidos grasos polinsaturados esenciales, factores de crecimiento y hormonas que juegan un importante papel en el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso central de los niños.


Bien sabemos que la leche materna tiene todo lo que el bebé necesita, las vitaminas, grasas y las proteínas en cantidad exacta, haciendo que el bebé sea más sano y tenga más defensas. Así como también crea un vínculo de amor muy fuerte, tanto, que sin la necesidad de hablar mamá y bebé se entienden de maravilla.


¿Será por esta razón que el estudio realizado por investigadores de las universidades de Oxford, Essex, York y del University College de Londres se puede añadir a la lista de beneficios de la lactancia porque reduce los problemas de comportamiento?


El Dr. Elías Milgram me dio sus opiniones con respecto a este estudio:“No cabe ninguna duda de que el alimento ideal para un recién nacido es la leche materna.
La leche de vaca o "fórmula" es muy buena para los becerritos. Sin embargo, la ciencia le ha hecho cambios en muchos de sus ingredientes para que se parezca cada vez más a la leche materna y han logrado así un producto que permite a la mayoría de los niños que no reciben leche materna, alimentarse y poder crecer satisfactoriamente y saludables. No logra igualar en todo a la leche materna, pero si permite que el bebe este bien alimentado y saludable.


No enumeraré todas las ventajas de la leche materna, la lista es demasiado larga y en su mayor parte conocida.
En cuanto a una reducción en los problemas de comportamiento en el grupo lactado al seno, no se si ya podemos añadirla a esa lista. No se si los investigadores pudieron aislar en su análisis de los dos grupos, la posibilidad de que en los niños lactados al seno, existiera en esas madres una mayor motivación a crear una relación especial con sus bebés al ofrecerles su dedicación, su tiempo y su leche como alimento, que en las madres del grupo que decidió no lactar. En definitiva, pudiera ser la leche materna, pero también pudiera ser que la alimentación al seno ya preseleccionó a un grupo de madres mas dedicadas y con mayor posibilidad de criar a sus hijos en una forma que ocasionara menos problemas de comportamiento.


No creo tener la respuesta a esta duda, pero en el fondo, todo estudio que demuestre mejores resultados en cualquier área: visual, cociente intelectual, comportamiento, número de infecciones, etc. es bienvenido y refuerza la idea del pediatra de que todas las madres debieran ofrecer a sus recién nacidos ese gran regalo de la naturaleza”


Por Fabi Borges

miércoles, 15 de junio de 2011

Parir con placer

"Horrible". "Insoportable". "Ni te lo puedes imaginar". "Menos mal que existe la santa epidural". Los relatos que hacen la mayoría de madres de sus partos suelen resumirse en estas frases escuetas y contundentes. A las embarazadas les desean "horas cortas" para el día señalado, y cuando algo ha sido muy largo y difícil de conseguir se recurre con facilidad al símil de que "ha sido como un parto". Pero ¿son todos los alumbramientos así? Hoy presento a dos mujeres brasileñas que disfrutaron de sus partos, siendo ambos naturales y asistidos en un hospital. Una lo califica de "cósmico". La otra asegura haber sentido placer sexual intenso durante la expulsión de su bebé. El parto con placer es uno de los secretos mejor guardados de las mujeres que han tenido la suerte de poderlo experimentar.

Cuando Kelly se enteró que estaba embarazada se encontró en la encrucijada de decidir de qué forma quería parir. Nunca antes se lo había planteado, pero si algo tenía claro era que no quería pasar por una cesárea, como sucede en Brasil en casi la mitad de los casos y en el 80% de los partos asistidos en centros de salud privados, según recogen algunos datos. "La mayoría de mis conocidas han tenido sus hijos por cesárea porque no quieren sufrir y porque económicamente es más rentable para los médicos practicar una cesárea que un parto normal. Yo no quería que me cortaran ni reducir el día que iba a dar a luz a mi hijo a una intervención quirúrgica, con un día y una hora marcadas. Parir es un proceso natural, femenino y salvaje, aunque la medicina tecnócrata lo quiera controlar".

Tampoco quería recurrir a la epidural: "no me gustaba la idea que me durmieran las piernas, que me movieran como un peso muerto, y tenía miedo que no se despertaran y no volver a caminar". Así que tras varias lecturas sobre el tema optó por parir de forma natural. Esta joven profesora de derecho, que por entonces tenía 26 años, quería sentir plenamente la experiencia de dar a luz, y aunque era primeriza, no tenía miedo al dolor. "Soy una persona fuerte y cuando otras mujeres me hablaban de como sufrieron pariendo me quedaba un poco escéptica".

Lo que sí temía era la reacción de sus allegados si descubrían su intención de parir sin anestesia ni otro tipo de tratamiento médico. "Decidí no contarle a la gente que quería un parto natural para protegerme. En Brasil las personas se extrañan si quieres parir por vía vaginal y no por cesárea. ¡Y es peor si dices que lo quieres natural! Te tratan de loca y te dicen que vas a matar a tu hijo y a ti misma. Por eso sólo lo conté a quién creía que me iba a comprender, para que no me influyeran negativamente".

Tras los 9 meses de embarazo, llegó el día de parir. De noche, y sin haber recibido preparación prenatal, pasó sola las primeras horas de trabajo de parto, siguiendo la voz de su institno para aguantar las contracciones."Al principio no me dí cuenta que iba de parto, porque había vomitado y como también tenía diarrea pensaba que los dolores que tenía eran de eso. Ahora pienso que para mí fue bueno para sentirme libre de hacer lo que me apetecía para aguantar el dolor".

Al cabo de unas horas sangró, y ya alarmada, despertó a su esposo para marcharse al hospital. El dolor iba creciendo: "No el de las contracciones, que contrariamente eran medio placenteras. Sinó el de los huesos, que se movían para que el bebé pasara. Tenía la sensación que mi esqueleto se iba a desmontar".

A pesar que su doctora le dio libertad para moverse y colocarse como quisiera el dolor era tan intenso que estuvo a punto de desistir y acceder a que le dieran algo para amortiguarlo: "pensaba que no iba a aguantar", reconoce. Pero finalmente llegó la expulsión, con una rodilla en el suelo y la otra flexionada vio nacer a su bebé: "fue el momento más intenso de mi vida, estaba en trance, totalmente entregada a mis instintos animales. Tuve una sensación de profunda unidad con el universo, en el que no sabía donde terminaba mi cuerpo ni donde empezaba el mundo. Estaba en éxtasis, en otra dimensión".

Si esta joven de caderas estrechas sintió un gran placer espiritual el día que parió su primer hijo, que pesó 4 kilos y midió 55 centímetros, Aneline sintió satisfacción sexual con la expulsión de su segundo hijo, hace más de 40 años. "Sentí mucho placer, como cuando tienes relaciones sexuales. No llegué a un orgasmo, pero sentí placer intenso, un 7 sobre 10".

En su caso, también fue un parto natural asistido por un médico, siendo el tratamiento muy diferente al de su primer alumbramiento. "El parto que tuve con mi primer hijo no me gustó, porque no tuve conciencia de nada. Me pusieron una anestesia que me atontó y no vi como nació mi hijo. De ese día solo recuerdo mucho dolor".

Sin ambargo, a pesar de lo soprendentemente buena que fue su segunda experiencia, Aneline no se atrevió a contar a nadie lo sucedido. Sólo a su marido. "Pensaba que la gente se reiría de mí porque no sabía que lo que había sentido podía ser real. Creía que había sido una fantasía fruto de mi imaginación", reconoce. Tras 32 años de silencio reveló su secreto a una doctora que trabajaba en partos naturales y allí confirmó que sus sentidos no la habían engañado. "Me puse muy contenta", comenta.

Kelly, por su parte, tampoco suele dar a conocer la experiencia de su parto que califica como "cósmico". "No tengo paciencia para hablar de lo que viví con personas que no pueden comprender. Así que sólo lo explico a quien me pregunta y se interesa", argumenta.

La experiencia de su parto marcó un antes y un después en su vida. "Yo antes vivía en 'Matrix', y no tenía un estilo de vida saludable", asegura. Con la maternidad, se acercó al mundo espiritual a través del yoga, dejó de comer carne, optó por la medicina alternativa a la alópata y se formó como 'doula' para ayudar a otras mujeres a parir de forma natural. "La postura que se utiliza en los partos normales en el hospital está pensada para la comodidad de los médicos. La inventaron para que el rey Luis XIV pudiera ver a una de sus amantes parir, pero es pésima y no tiene en cuenta las necesidades de la mujer. En posición horizontal, el útero tiene que luchar contra la gravedad, se impide el movimiento de los huesos y no se permite la abertura de la pelvis", denuncia.

Después de 3 años de experiencia, Kelly está convencida que además del buen estado de salud del bebé y de la mujer, el bienestar psicológico y emocional también es crucial para tener un buen parto. "Influye la tranquilidad de la mujer, la relación que tiene con su pareja, la forma en que vive sus relaciones sexuales, si es desinhibida o no... porque el parto no deja de ser la culminación de la sexualidad de una mujer. Si la mujer entiende eso, puede llegar a sentir placer con el parto. Los sentimientos enemigos para ello son el miedo, la culpa y la pena".




lunes, 13 de junio de 2011

Los riesgos ambientales que sufrimos antes de nacer

Sensible, inteligente, culto, médico. El Dr. Diego Jacques Grauwet es doctor en Medicina por la Universidad de Lovaina. Especialista en Ginecología y Obstetricia, está formado en homeopatía, homeopatía prenatal, micro-inmunoterapia (micro-inmunología) y nutrición. Ha sido profesor de Obstetricia en el Instituto Superior de Nursing de la Universidad Católica de Lovaina. A finales de junio participará en Madrid en el V Congreso Internacional de Medicina Ambiental con una ponencia titulada Fertilidad y tóxicos ambientales. Me he interesado por su visión de uno de los aspectos menos conocidos de la salud, la medicina, la salud ambiental en definitiva; cómo nos afecta el enorme grado de contaminación en el que vivimos ya incluso antes de nacer:

“Los riesgos ambientales para el feto son los mismos que para el adulto aunque peores para él. En efecto sus órganos estando en pleno desarrollo, el bebé es mucho más sensible y su comportamiento genético cargará con las consecuencias. La epi-genética (Bruce Lipton) nos enseña que cualquier información, incluso mental, que reciba la célula a través de los receptores de su membrana influye sin equivocación al comportamiento del genoma”.

La variedad de factores ambientales es muy amplia. Desde el factor electro-magnético, las ondas radiantes y radioactividad hasta la molécula química. Conocemos los efectos desastrosos de la Talidomida con el drama ocurrido en los bebés que nacieron con deformaciones de sus miembros. Ahora es tiempo de llamar la atención de las madres y padres. Existen numerosas sustancias que tienen una toxicidad confirmada en el mundo animal y vegetal. Y no se trata de asustar a los padres ni tampoco volverse paranoicos:

“Últimamente podemos leer artículos científicos alarmantes describiendo los efectos de los derivados fenoles, los bifenoles A en el desarrollo genital de los peces machos. Y nosotros humanos consumimos también bifenoles A. Vivimos en el reino del plástico“.

También estamos rodeados de producción de formaldehido y no olvidemos los metales pesados. Conocemos el mercurio y su particular efecto en el sistema nervioso central. No sólo son las amalgamas dentales también se encuentra en las sales mercuriales como sustancias anti-fúngicas y antibacterianas en las vacunas por ejemplo. Pero también tenemos que hablar del cadmio de las pinturas y del humo de tabaco que produce entre otras patologías retraso de crecimiento fetal intrauterino (CIR) y neuropatías, del plomo (gasoil, pinturas…) que produce anemia, nefrotoxicidad y encefalopatía y del arsénico (insecticidas, funguicidas y conservantes de madera…) que puede provocar anemia aplástica con posible transformación en leucemia, y que es tóxico para los riñones. Y las sales de aluminio que existen en las vacunas, en los spray y desodorantes:

“Insisto no quiero asustar ni volverme paranoico pero como profesional de la salud y ginecólogo, me pregunto si nosotros los médicos tomamos conciencia de lo sensible y maravilloso que es la construcción de un ser viviente, el ser humano. En mi práctica, desde hace una década veo recién nacidos con hipospadias (el meato uretral desplazado de su sitio normal), criptorquidia (testículos no descendidos), dilatación de la pelvis renal , incluso cardiopatías graves. Madres me cuentan que salen los dientes de sus hijos con caries y deformados (y lo he podido constatar). El científico catedrático el Dr. Nicolás Olea, de la Universidad de Granada, analizó 150 placentas en el sur de España donde la concentración de invernaderos es importante. ¡Encontró ocho tipos de pesticidas! El más frecuente era el p-p-DDE, metabolito del DDT, organoclorado prohibido. Como lo subraya el Dr. Olea, los organoclorados están asociados a malformaciones y trastornos genitales como la hipospadias y la criptorquidia. También podemos citar los piretroides utilizados como insecticidas que afectan tanto el cerebro como la capacidad reproductiva humana. Como sabemos la revista The Lancet publicó que la exposición fetal a productos químicos causa daños en el desarrollo del cerebro y daños neurológicos permanentes y retraso mental“.

Sabemos que el feto tiene sus sentidos abiertos totalmente y que su vida in útero y su nacimiento le van a condicionar su comportamiento en la vida:

“Lo que me alarma, es ver como médicos de familia y ginecólogos no prestan la mínima atención al factor ambiental ni a lo que recetan a las gestantes y muchos medicamentos no sólo son sintéticos y químicos, sino que pueden interferir en los tan sensibles procesos de formación y maduración de los órganos. Ahora me pregunto, si nosotros ginecólogos al recetar tóxicos durante el embarazo sabemos cual va ser la repercusión en el feto. Es la razón por la cual me dedico a la Homeopatía Prenatal desde hace 26 años”.

Yo no me pierdo la intervención de este médico en el Congreso que les cité con anterioridad.
Publicado por Miguel Jara el 11 de junio de 2011
www.migueljara.com

sábado, 4 de junio de 2011

Video: Restaurar el paradigma original


Les dejo este video, primero de cuatro, sobre cómo es la naturaleza del parto y la maternidad en los mamíferos, entre los que se encuentra el ser humano, aunque cada vez parece que desea alejarse de ello.

viernes, 3 de junio de 2011

7 de Junio de 2011 Día Mundial de los Derechos del Nacimiento


7 de Junio de 2011



12º Día Mundial de los



Derechos del Nacimiento



Ponte en su piel



Campaña de concienciación sobre el



impacto de nacer.



Conscientes desde hace años del la influencia del naci-miento en los seres humanos queremos lanzar una lla-mada de atención a todas las personas implicadas en el recibimiento de los niños y niñas en el momento de na-cer, y la importancia del vínculo extrauterino.



Investigaciones científicas, nos alertan sobre las nefas-tas consecuencias que tiene para el bebé ser separado de su madre en el momento de nacer, de cómo afecta a la relación entre ambos y como este hecho condiciona-ra su sociabilización durante toda su vida.



Queremos conseguir “Nacimientos Respetados” para nuestros hijos/as y con esa intención seguiremos trabajando.



www.pangea.org..pdn.plataforma.html